Descorchó,
y vertiendo,
se derramó el vino sobre la mesa.
Las flores parían elefantes.
Los delfines,ya maduros,
se dejaban nacer en la nieve verde.
Alguna mariposa se posaba en las espinas
de las cactus a las que un día dijeron
que no podrían ser madres.
Había Lunas que lloraban
a la tierra
lo finito de su universo.
Los besos, en formación,
comenzaban a librar batalla
con las medidas del tiempo.
Había alevosía en las miradas
de todas las cadenas y cuerdas
que empezaron a arder en la orgía .
Se cayó,otra vez,la copa de vino.
Las puertas no las cerraba el miedo.
Ya no importaba lo que el mundo pensara de él,
y salió a pasear sus monstruos al parque.
Un día la dijeron 'pinta lo que ves'.
Y pintó.
Y azul canario,y verde rubí,y gris marengo y rojo vejiga.
Y se le cayeron las manos
en la vergüenza ajena
y en los ojos de pez
del que no miraba.
Y se le hicieron ceniza las pestañas,
se le nubló el tacto,
y enmudeció cada paso.
Pero también se quedó ciega
al ver los sueños arder
como sólo puede brillar una cerilla
en los ojos de un niño.
'Pinta lo que ves'
y se empezó a atragantar
de palabras y hormigas.
Y lloró las hogueras de los libros,
Y vomitó los colores,
y el veneno,y los colmillos.
Y sangró cada mano
que no quiso ser sangrada.
Voló a todos los aviones
que nunca fueron de papel
a pesar de los sueños de
relámpago y trueno.
A pesar de Gravedad,
que le puso toque de queda a las alturas.
Se cayó la copa de vino, otra vez.
'Pinta lo que ves'
Y pintó la copa vacía
y la copa rota
y la copa llena.
Al final qué importaban los cristales,
el suelo mojado,
los arañazos en el lienzo,
la herida líquida.
Descorchó la botella,
y los suspiros se encargaron de limpiar el desastre