domingo, 19 de enero de 2014

Toma de decisiones


He decidido muchas veces 
mandarlo todo a la mierda.
Y otras,dejar las cosas como están,
arañar mis rejas y luego pintarme las uñas.
Bendito maquillaje.


Hoy voy a tomar decisiones,
así que abro más las manos,
a ver si llueve sangre o agua o yo.
Y siempre es ceniza.

Y yo no sé si es el tiempo o los culpables.
Pero te sacudes y todo está limpio otra vez.

Yo no sé,pero se .
Al sabor de un cigarro vale más que mil palabras.
Al grito de unas cañas sin excusa por bandera.
Para qué llevas disfraz si vas enseñando las costuras.

Y encierras entre los puños los pájaros y las horas.
Y nace de ti el agua del vuelo
y la sangre del aterrizaje forzoso
y la ceniza de ese sitio al que una vez fuiste y no recuerdas cómo llegar.
Y andando,
con las manos llenas de nada a ver si reconoces alguna calle,
y esta me suena y era por aquí a la derecha y tengo que estar cerca
pero qué qué lejos.

El camino del eco de un 'lucha por mí,no quiero perderte'
porque ya no tengo fuerzas para odiar a más personas,
ni ganas de querer a más gente.

Lucha por mí,que no quiero perderme.
Más.

Desde cuándo las manos me hablan.
Desde cuándo el sonido de tus tacones se te antoja la misma calle oscura y vacía por la que viste pasando a lo que no eras.
A lo que no viste venir.
La ceniza ya no parece tan fácil de limpiar.

El pigmento,una vez mezclado con agua,siempre se queda.
Y no importa el azul o el rojo de tu sombra.
La calle está vacía y los tacones atornillados,
no sabes si al suelo o a tus pies.

Hace cuánto empezaste a pintar las rosas blancas
con la sangre de las hachas que lanzaste a tus raíces.

Sólo me pedí dejarme dibujar castillos.
Construir con cartas historias que sólo pudiera tirar el viento.
Que mis arenas no arrastraran mis olas
hasta la espuma.

Ahora ya no quiero pedirme nada.
Que nunca he ganado sin llevar buena mano.
Siempre me ha servido la suerte.

Así que llévate los castillos,
pero déjame los tréboles.

Vas a querer decidir en diferente,
pero se te olvida
que aunque cambies el cuento,
todo era un sueño,
y al final
Alicia siempre huye de la Reina de Corazones.